Puedo recibirte vestida con lencería fina, adoro la delicadeza de este género de prendas
Nunca esperes que una dama tome tu mano y la ponga en el lugar en el que desea que la acaricies. Más bien, debes prestar mucha atención para comprender los mensajes que te irá dando con su cuerpo. El secreto es dejarte guiar por los movimientos de su cuerpo.