Mas me siento tan feliz al verte, sabes porqué
Laura parpadeó dos veces, adaptándose a la luz brillante. Al principio solo veía siluetas de hombres, entonces veía sus brazos moviéndose y podía ver cómo se acariciaban los penes. Oh, el blog santo, pensó, se me van a echar encima. Incluso Herb, a quien ella notó, polla en mano.