Música creada por un sarod, el primero tiene su tiempo por las mañanas, y el segundo al anochecer
Exactamente porque su belleza es su maldición: intimida a la enorme mayoría de los hombres, que se quedan mirándolas e procurando conseguir algo de su atención como pueden. Si un día se les cruza en el camino un hombre de verdad, te aseguro que no querrán dejar que se escape.